INVICTUS se despide de Sydney 

Para no perder la costumbre hemos vuelto a madrugar.  Pero esta vez un poco más pronto. 

Listos a las 7, 30 hemos subido a los dos microbuses dirección a Featherdale,  el parque de vida salvaje en el que íbamos a tener nuestro desayuno con koalas.  Pero ha resultado que los únicos que han desayunado han sido los canguros.  Hemos comprado nuestro vasito con un mix de hierbas australianas que la animales herbívoros comían en nuestra mano. 

Los koalas estaban bastante dormidos.  Enroscados en las ramas de  los árboles eran suburbios bolas de peluche.  Menos mal que con tanto ruido que hacemos los españoles se han espabilado un poco. 

El rato con los canguros ha sido el más emocionante.  Nos hemos puesto la comida en la palma de la mano y los canguros de nos cogían con sus patitas la mano para asegurarse que nos quedábamos. 

Y hemos podido ver una cría dentro de la bolsa de su madre.  Nos ha sorprendido o grande que era la cría.  

Fijaos en la cria:

Después de esta visita nos hemis dirigido al territorio de las Blue Mountains.  Un parque de un millón de kilómetros cuadrados en los que sólo se ven montañas,  valles y un manto verde azulado.  De ahí su nombre. 

La ruta ha sido al estilo japonés : Princes waterfall, bajada el mirador,  foto.  The three sisters,  bajada al mirador,  foto. Mirador panorámico,  foto. Parada para comer.  Visita al parking del Botánico de las Blue Mountain.  Brindar con champan,  los adultos y con zumo los niños.  Todo al minuto y postureo para dar,  vender y regalar. 

Aquí os dejo una muestra.  A ver cual de todos sale más  guapo en la foto. 

En el jardín botánico  nos vemos rebelado y sin permiso hemos bajado a ver el jardín. Que menos que una vueltica de diez minutos para que Caren y Samuel pudieran identificar cien o doscientas especies más de plantas. 

Como con esta excursión no teníamos suficiente hemos negociado con los guías que a la vuelta nos llevaran directamente al centro de la ciudad,  al  Circular Quay.  Desde allí estamos a un paso e todo y así podríamos exprimir las últimas horas en Sydney. 

Los chicos y algunos mayores han decidido subir a la Torre Westfield.  Yo no tengo fotos desde arriba pero la enseño desde la calle para que  hagáis una idea. 

Cuando nos vemos vuelto a reunir el grupo hemos ido paseando hasta Darling Harbour:

Es aquí donde los mas lanzados han probado la carne de kanguro a la brasa.  Hasta Álvaro la ha comido! 

Y ya nos despedimos hoy desde esta  noche en el hemisferio sur,

…   preparando las maletas,  con pereza por las horas de avión que nos esperan pero con ganas de volver a casa y veros a todos. 

Muacs!!!!! 

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